Seguramente, has visto cómo la policía consigue encontrar al culpable de un crimen gracias al ADN. Pueden obtenerlo de un cabello, de pequeñas escamas de piel o de la saliva de un cigarrillo, pero te preguntarás cómo se obtiene el ADN. En CurioSfera-Ciencia.com, te explicamos cómo es este proceso, visitando un laboratorio de la policía.
Ver quién inventó la identificación genética por ADN
Cómo se consigue el ADN
Los encargados de hacer cumplir la ley libran una guerra incesante contra el crimen, luchando las 24 horas del día para evitar que los malos se salgan con la suya. Pero ahora tienen una nueva arma: no hay balas, ni humo, tan solo ciencia de última generación. Con ella se consigue que con algo tan pequeño como una billonésima parte de un gramo de ADN, se pueda resolver un caso sobre el cual no se tenía ni una pista. Vamos a ver cómo lo hacen.
Para ver cómo es el proceso de obtención del ADN, nos trasladamos al laboratorio del FBI en Quantico, en el estado norteamericano de Virginia. Entre estas paredes del edificio J. Edgar Hoover no paran de trabajar. Desde aquí se ejecuta un programa que ha ayudado a resolver más de 30.000 delitos en el último año. El secreto para que lo consigan es el ADN que llevamos cada uno de nosotros. Este laboratorio forma parte de la unidad de análisis del FBI y de una base de datos llamada CODIS (Sistema de Índice Combinado de ADN).
Este programa proporciona acceso a la base de datos más grande del mundo de perfiles de ADN. Dentro de esta eficaz herramienta existen ya más de 11 millones de perfiles de ADN en el sistema estadounidense. Y este número no para de crecer, ya que este laboratorio recibe la sorprendente cantidad de más de 1.500 muestras de ADN nuevas cada día.
El primer reto es recoger muestras de un sospechoso y guardarlas hasta que lleguen al laboratorio que las analizará. ¿Cómo se hace? La muestra se recoge mediante un dispositivo de extracción de ADN que tiene como un aplicador de espuma. Este cabezal se usa para frotar contra el interior de la mejilla del sujeto en cuestión del que se quiere sacar una muestra. Luego se pone en contacto entre aproximadamente 30 segundos a dos minutos con la tarjeta de recogida de ADN que está diseñada para meter dentro el dispositivo.
Si se utiliza para ayudar a llevar un caso a juicio, la integridad del perfil de ADN que produce debe estar fuera de toda duda. Las mascarillas evitan que la muestra se contamine, mientras que unos códigos de barras sustituyen el nombre del sujeto para que los trabajadores de laboratorio no sepan de quién es la muestra. Física y jurídicamente intachable, la unidad procesa hasta 15.000 muestras por semana.
Todo es posible gracias a los diminutos dispositivos de seguimiento: las etiquetas de identificación por radiofrecuencia. En las puertas de los laboratorios del edificio hay lectores RCID, que usan ondas de radio para seguir el rastro a las etiquetas cuando van de una sala a otra.
Las muestras se exploran en un nuevo laboratorio donde se preparan para su análisis. El problema es que las tarjetas de identificación son ideales para el trabajo de campo, pero no para un análisis en un laboratorio a gran escala. Se debe transportar la muestra desde el dispositivo de tarjeta donde se encuentra, hasta un modo más compacto de transporte, en una plancha que está diseñada para contener 96 muestras diferentes.
La plancha lleva un código de barras para poder seguirla. Las muestras de ADN se sacan de las tarjetas y se introducen en los huecos de la plancha. Se tarda 45 minutos en llenar los 96 huecos de una sola placa. Es necesario añadir productos químicos especiales a cada muestra. Todo se hace a mano, es un trabajo muy lento.
Pero dos máquinas de 250.000 euros han transformado el proceso. Las muestras de ADN ya están listas para el análisis. Es un procedimiento muy complejo que tiene lugar en una sala limpia y sin polvo. Los resultados tienen este aspecto.
Esta información es una huella genética única de la persona a la que pertenece ese ADN. Pero esa información no es de mucha utilidad a menos que esté disponible para las fuerzas del orden. Y aquí es donde entra en acción el sistema de índice de ADN CODIS. El ADN que se recoge en el lugar de un crimen se coteja con la base de datos.
Cualquier coincidencia debe pasar una serie de pruebas para garantizar que no hay error antes de facilitar el nombre de su dueño. El trabajo de laboratorio llega a veces hasta los tribunales. Hasta la actualidad se ha ayudado en más de 400.000 investigaciones. Así que si eres un criminal que quiere huir, que sepas que no escaparás de tu genética.
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